Este crecimiento se sitúa en torno al 5,5% en 2013 y unas perspectivas similares para este año, Colombia se perfila como uno de los países de Latinoamérica más interesantes para la inversión. No en vano, y si se mantiene la tendencia actual, en 2014 podría superar a Argentina y coronarse como tercera economía del continente, sólo superada por Brasil y México. Forma ya parte del nueva grupo estratégico mundial de emergentes: los CIVETS (Colombia, Indonesia, Vietnam, Egipto, Turquía y Sudáfrica), llamados a ocupar el lugar de los BRICS en los años venideros.
Colombia ha hecho precisamente de la fortaleza de su economía en épocas de crisis su principal acicate para atraer al país la inversión foránea. Y a tenor de los resultados, su estrategia ha convencido. Según datos facilitados por Proexport, entidad colombiana responsable de la promoción del turismo, la IED y la exportación, la inversión extranjera en el país latinoamericano ascendió, sólo en el primer semestre de 2013, a 5.260 millones de euros.
Un mercado interno de 42 millones de habitantes –el tercer país más populoso del continente–, una mejora notable en las condiciones de seguridad y un escenario de estabilidad política y macroeconómica hacen de Colombia uno de los mercados con más futuro de la región.
Al contrario de lo que se pudiera pensar, cuenta con un índice riesgo-país muy bajo ya que ha sabido administrar con eficacia su deuda externa y nunca ha incumplido sus responsabilidades financieras internacionales. Sendos factores han contribuido en la mejora continua de su calificación por parte de las principales agencias crediticias internacionales y, lo que es más importante, en que haya sido considerado en 2012 como “el país latinoamericano con mejor clima para hacer negocios”, según el informe Doing Business que publica el Banco Mundial.
